10 tips para triunfar en tu visita a masca Post: 234

Posted by Vance on December 23rd, 2020

Masca es un caserío perteneciente al municipio de Buenavista del Norte de Tenerife (Canarias, España). Se halla situado en la punta nordoeste de la isla en el Macizo de Teno, dentro del parque rural del mismo nombre, a once kilómetros del casco urbano de Buenavista del Norte y a una altitud media de 750 msnm.1​

En Masca se pueden hallar profundos acantilado y acantilados que acaban en el Océano Atlántico entre la vegetación y las curvadas carreteras. Tiene la reputación de haber sido un escondite de los piratas. Masca destaca asimismo por su arquitectura tradicional, pese a que la mayoría de sus construcciones no tengan una gran antigüedad. El caserío de Masca conserva la mejor muestra de arquitectura rural de toda Canarias.

En un gran incendio que se produjo en el monte del norte de la isla en julio de 2007 el caserío fue pasto de las llamas y muchas de las edificaciones que lo formaban quedaron destrozadas, además de la flora de sus alrededores.

Las casas del Caserío de Masca se alinean sobre las crestas de las montañas. Ocupan prácticamente cada porción del espacio habitable, encaramadas al borde del abismo que dibujan los barrancos más hondos de la isla. El Mirador de Cherfe (en la carretera que llega desde Santiago del Teide) regala una estupenda panorámica del conjunto habitado.

Este siempre y en toda circunstancia fue una esquina angosto y perdido de la civilización al que la electricidad llegó no hace mucho y donde las carreteras eran poco más que caminos sucios. De hecho, durante años solo hubo una vía de comunicación con el exterior, el Camino de los Guanches, que conectaba Masca con Santiago del Teide. Mas merced a esa secular olvido, se conserva como antaño.

Ser un lugar pequeño no le impide coleccionar tesoros valiosos como la casa de los Avinculados, en el Caserío de Piedra, o una minúscula iglesia del siglo XVIII. Hasta cuenta con un museo y un centro de artesanía, que han sido montados en el interior de una de las casas del núcleo.

El caserío es uno de los mayores encantos del Parque Rural de Teno, al condensar los elementos que hacen inconfundible a la arquitectura tradicional de Canarias: uso de mampostería y madera, sencillez conceptual y plena adaptación al ambiente.

En un roque utilizado como santuario indígena, no lejos del caserío, se ha encontrado un conjunto arqueológico con grabados rupestres. Las leyendas cuentan que por su carácter de sitio apartado y solitario, era uno de los escondites preferidos de los piratas que deambulaban por la isla.

El Caserío de Masca es Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico. La visita a esta zona se puede exender para, además de Masca, conocer otros caseríos de los aledaños como el mismo El Palmar, Las Portelas y Teno Alto.

El descenso del barranco de Masca es una de las actividades más recomendadas que hacer en la isla de Tenerife, de hecho, se trata del segundo entorno natural más visitado de la isla solo tras el Teide.

El senderismo en Tenerife es uno de los principales reclamos turísticos. No en balde, no todos los días se puede pasear por un macizo formado hace unos 7 – 9 millones de años como es el macizo de Teno.

La pequeña Masca apenas cuenta con cien habitantes que, originalmente, se dedicaban a la agricultura mas que en la actualidad, debido a la enorme afluencia de visitantes, han derivado en su mayor parte cara el sector servicios completando de esta forma una oferta de bares, restaurantes y casas rurales bastante digna.

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La historia de Masca se remonta a la época de los guanches, la población indígena de Tenerife. Los alrededores del caserío fueron un asentamiento prehispánico donde se han encontrado numerosas veredas para recorrer laderas, ascender cumbres, bajar hasta el fondo de los acantilado para efectuar tareas de pastoreo, etcétera

Masca se encuentra en la vertiente noroeste de Tenerife y se ubica dentro del municipio de Buenavista del Norte. Esta zona es muy abrupta con lo que las curvas son muy pronunciadas (prueban la habilidad del más experimentado conductor) y la carretera es bastante estrecha aunque con un buen firme.

o bien ideal es llegar a Masca en coche pues el servicio de transporte público no dispone de una frecuencia verdaderamente adecuada (consulta aquí los horarios). Se puede acceder a Masca vía el ayuntamiento de Santiago del Teide del que se ubica a tan solo 5 km, siendo esta vía la primordial forma de acceso al caserío. Alternativamente se puede llegar por Buenavista del Norte.

Debemos tener en cuenta que el comienzo del sendero se encuentra al final del caserío de Masca finalizando en la playa de Masca tras algo más de 3 horas de caminata. Desde la playa de Masca lo idóneo (para no regresar a subir el barranco) es tomar un barco o kayak hasta el puerto deportivo de Los Gigantes, donde se concluye la excursión.

Tenemos dos opciones para organizar el descenso del barranco. Dirigirnos primero al puerto deportivo de Los Gigantes, aparcar el coche y allí tomar un taxi hasta Masca para iniciar el descenso por el barranco (el costo del blog de viajes taxi es de 27€) o bien dirigirnos de forma directa a Masca, estacionar y más tarde tomar el taxi desde el puerto deportivo de Los Gigantes hasta el caserío cuando hayamos terminado la ruta.

Iniciamos nuestra jornada de senderismo, como no, en el caserío de Masca donde hemos aparcado nuestro coche no sin pocas contrariedades (hubiese sido mejor estacionar en Los Gigantes y tomar un taxi hasta Masca). A pesar de estar a seiscientos cincuenta metros de altura y ser el mes de febrero apenas apreciamos frío

Vestimos en pantalón corto, además de que una vez nos metamos en el acantilado haga algo de fresco al no llegar directamente el sol en algunas zonas. Hay que resaltar que dentro del barranco se dan múltiples microclimas con lo que no está de sobra llevar algo de abrigo.

Justo antes de desamparar el caserío y enfilar el sendero propiamente dicho un cartel nos da la “bienvenida” advirtiendo del peligro de desprendimientos durante todo el camino. No nos agradaría estar metidos entre paredes de cientos de metros con viento o bien lluvia, de ninguna manera. Con lo que es importante siempre asegurarse de la previsión de buen tiempo para el día específico de la actividad.

Las palmeras canarias y ciertos bancales de cultivo ya abandonados son los protagonistas en esta primera parte del camino de descenso por el barranco de Masca.

A primer aspecto, aparte de la belleza de la zona (barrancos y elevadas crestas con el océano Atlántico al fondo), nos llama fuertemente la atención la gran cantidad de gente que hay. Masca no es más que cuatro casas contadas pero se nota que el camino es muy popular puesto que todos vamos en exactamente la misma dirección como si fuéramos un ejército de hormigas.

Poco a poco el terreno deja de ser un sendero bien marcado y delimitado para convertirse en el paso o cauce de un gran acantilado que a veces se desvía hacia los laterales. Sorteamos piedras, ascendemos, descendemos, pasamos bajo piedras, descansamos al lado de cañaverales e inclusive nos animamos a remojar nuestros pies en ciertas pozas de agua que encontramos fruto de las recientes lluvias.

Las señales, números ubicados estratégicamente durante todo el camino, sirven para informar de la localización en el caso de urgencia (el cincuenta y dos es el último que encuentras). Además de esto, las piedras amontonadas hacen de guía barranco abajo.

Nos sentimos enanos ante la inmensidad de los paredones de más de cuatrocientos metros de altitud que nos rodean. Los ojos se nos van constantemente hacia los varios diques basálticos que hemos visto a los largo de nuestro recorrido, láminas de diferente color que atraviesan longitudinalmente las paredes del desfiladero.

Geológicamente, el barranco de Masca es una maravilla. También impresionan singularmente ciertos arcos que nos marchamos encontrando, existe uno ubicado en el tramo final del recorrido verdaderamente admirable. Buscamos la manera de acercarnos para sacarnos una foto pero somos prudentes y renunciamos a las primeras de cambio.