Como vender especias sinteticas en Espaņa - Articulo numero: 34

Posted by Sumiko on January 12th, 2021

Técnicamente se considera una condimenta a las partes duras, como las semillas o cortezas, de ciertas plantas aromatizadas si bien, por semejanza, en muchas ocasiones asimismo se abarca a las fragantes hojas de algunas plantas herbáceas, cuyo nombre culinario es yerbas.

La mayoría de las especias pueden considerarse nativas de las zonas tropicales de Asia, y de las islas Molucas en Indonesia, también conocidas como islas de las Especias, si bien algunas se encontraban en el Mediterráneo (anís, mostaza).

Las condimentas usadas actualmente son en muchos casos las mismas que se utilizaban en la Antigüedad, (clavo, nuez moscada, macis y canela) más aquellas[cita requerida] llevadas a Europa por los conquistadores y colonizadores de América (vainilla, chile, cacao, achiote).

Debido a sus propiedades aromatizantes es posible que comestibles sosos o desapacibles, aunque muy frecuentemente nutritivos, pasen a ser gustosos y sabrosos sin perder sus propiedades nutritivas.

Muchas de las especias deben consumirse con cautela ya que pueden resultar tóxicas en concentraciones elevadas.

Del mismo modo, muchas condimentas presentan compuestos inútiles de ser absorbidos por el organismo siendo eliminados directamente; otros son destruidos por las propias enzimas digestibles.

Las especias, no suelen presentar aportes nutricionales, salvo raros casos en los que hay presentes minerales, como calcio o bien hierro, o bien alguna vitamina. Muchas veces suele ser esencial el efecto que tienen sobre el apetito.

Su gran capacidad para fortalecer el sabor deja que se logren grandes efectos aromatizados y sabrosos en los alimentos con cantidades pequeñísimas.

Se pueden clasificar las hierbas y especias en dos grupos: las que modifican tanto el sabor como el aspecto de los comestibles, entre las que están el azafrán, la canela, el tomillo y el romero, entre otros; y las que excitan el paladar, entre aquéllas que se hallan la pimienta, el pimentón, la nuez moscada y las diferentes variedades de chiles.

La cantidad de platos que se pueden cocinar con unas y otras, tanto solas como mezcladas, es muy elevada; esto hace que las diferentes cocinas de cada cultura adquieran un toque propio.

Aparte de su empleo culinario, las hierbas y condimentas han sido grandes aliadas de la medicina y de los sanaderos, habiendo sido asimismo usadas en rituales primitivos de brujería. Ya antes de la generalización de la fabricación y del uso de medicamentos, se solían prescribir remedios realizados con hierbas, en muchas ocasiones eficaces, que en ocasiones han servido para la realización o la obtención de determinados compuestos presentes en ciertos fármacos.

Etimológicamente condimentas procede de la palabra latina species. De entrada esta palabra servía para designar cualquier cosa unitaria de la que se charlase, destacando las características que la hacían única. Con el paso del tiempo fue derivando al significado de «bienes» o bien «mercancías», sobre todo para referirse a aquellas que procedían de países lejanos, que habitualmente eran semillas, raíces, brotes o bien bayas.

Desde que comenzaron a utilizarse, las especias fueron uno de los productos más costosos y valiosos de la economía, tanto de cada individuo, como de las sociedades, ya que desde antiguo han tenido un enorme valor como condimento, para medicinas o bien perfumes, así como por el importante papel que presentaban ciertas como conservante.

No es abominable el cometido que cumplían como enmascaradores del sabor de comestibles que, sin la posibilidad de conservación en frío, como actualmente, tomaban muy de forma rápida sabores desagradables por los procesos de fermentación y putrefacción. Por eso en los países más cálidos se usaran con más exuberancia y, en general, en combinaciones de sabor más fuerte que en los países fríos.

Las fuentes más esenciales para estudiar de qué forma ha sido la evolución en el uso de las especias son los viejos tratados de botánica, en los que los autores anotaban todas y cada una de las observaciones que consideraban útiles sobre las distintas plantas. El primero de ellos, y el más renombrado, es «El Dioscórides», cuyo nombre real es «De Materia Medica» y cuyo autor, el médico Dioscórides, le da el nombre con el que es conocido. Está fechado en el siglo I y en él se encuentran datos muy precisos sobre el uso que los helenos y romanos hacían de algunas condimentas. Resaltan las descubiertas por los helenos (como el jengibre o la pimienta) o bien las que se cultivaban de forma autóctona por la mayoría de sus habitantes: mostaza, mejorana, cilantro, tomillo, anís o azafrán, entre otras muchas. Además ya se daban datos sobre el uso de las especias en cocina o el uso del tomillo, p. ej., para perfumar espacios cerrados y húmedos.

Otro gran pueblo mediterráneo que está señalado por el empleo y conocimiento de las condimentas fue el árabe. Toda la rica cultura que atesoraron en la Edad Media, hallaba asimismo su justa medida en la gastronomía. Los guisos árabes a base de pimienta, galanga, nuez moscada o clavo han contribuido a formar la idílica concepción que poseemos de los fastuosos palacios califales. A raíz de las Cruzadas, y por tanto de un mayor contacto con la cristiandad, y gracias al apogeo comercial experimentado a lo largo de la Edad Media, las especias dejaron de ser un manjar para estar al alcance de todos los bolsillos, sobre todo entre los siglos XII y XIX, en los que fue muy común el uso en casi todas las cocinas medievales. A lo largo de esa época, cobró singular relevancia el uso de salazones para la conserva de los comestibles, pero asimismo era habitual el uso de pimienta, el jengibre o bien el azafrán para aportar nuevas sensaciones sápidas. En verdad, las primeras salsas de las que se tiene constancia brotan en la temporada medieval, como el caso de la carmelina, hecha de pimienta, canela, clavo, y macis elementalmente

Muchas de las especias venían de Oriente, en caravanas que, cruzando Asia, llegaban a Europa. El comercio y distribución en Europa era una suerte de monopolio de determinados comerciantes, singularmente italianos, que distribuían la mercadería traída por las caravanas.

El comercio ya había crecido sensiblemente, tanto que, en la práctica, apenas hay diferencias desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Se comenzaron a envasar, y la distribución aumentó sensiblemente. Siendo un próspero negocio, sus protagonistas se percataron de que a mayor pluralidad de sabores comercializados conseguían mayores ingresos, dicho incremento en la cantidad de sabores libres produjo una revolución culinaria. Entre los Siglos XVIII y XIX, se empezaron a realizar las primeras salsas industriales, y las condimentas jugaron un papel primordial en la obtención de los sabores deseados y diferenciadores de los productos del resto de la competencia. En esta época surgen varios nombres de inventores de salsas que hoy en día todavía siguen en el mercado: Lazenby, Hellmans, Heinz o Harvey, y el banquero Ed McIlhenny, que comercializó (desde salsas mexicanas tradicionales) de la que tal vez es la salsa especiada más conocida recetas con especias del mundo: el Tabasco.

Hoy día, las yerbas y condimentas más consumidas en el planeta son por este orden: la pimienta, el pimentón, el chile (sobre todo en América), cardamomo, clavo, macis, casia, nuez moscada y canela. Y por coste, las más caras son: el azafrán, el cardamomo, la vainilla (que ha perdido terreno frente a la vainillina, una imitación sintética).

Like it? Share it!


Sumiko

About the Author

Sumiko
Joined: January 12th, 2021
Articles Posted: 1